Fachada de Dulces El Avión

¿Por qué un avión?

En ocasiones nos preguntáis cuál es el motivo de que nuestra empresa tenga una avión como imagen y como símbolo de la misma.

Existe una historia detrás que explica el motivo por el cual una aeronave de hélices nos representa. En nuestros orígenes hubo ciertas dudas de llamar a la empresa “el balón” o “el avión”.

El primero de ellos en clara referencia al deporte por excelencia en este país y que la mayoría de los niños practicaban en las escuelas. La segunda opción tomó forma debido a la inauguración de la base aérea de Recajo en 1928, muy cerquita de Logroño. Y claro, qué mejor motivo para llamarse del mismo modo que aquellos aparatos mecánicos con alas que los niños riojanos veían surcar por los aires de la región.

El avión original no es el que tenemos ahora “vigilando” la empresa desde lo alto. En los inicios existía un avión mucho más pequeño que hacía las delicias de los pequeños pues todos se acercaban a verlo y a hacer girar su hélice. Esto suponía uno de los mayores atractivos de toda Avenida Navarra, calle donde estaba asentada la empresa.

El avión comenzó en Avenida de Navarra

Más tarde, allá por el año 70 decidimos hacernos con un avión de verdad y la compra se realizó en un cementerio de aviones de Madrid de aquella época. Era un avión perteneciente al bando republicano que prestó servicio durante la guerra civil española y que trasladamos a la fábrica de Logroño.

Con el transcurso de los años, intentamos mantenerlo en un estado óptimo gracias a tareas de limpieza, conservación y pintura.

Y así, un avión se convirtió en el emblema de Dulces El Avión.

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